
Después de que el ayto, desestimara las alegaciones de los trabajadores, se denuncia el cambio de calendario ante el Juzgado de lo Social, el cuál da la razón al trabajador, anulando el calendario que había aprobado el ayuntamiento y restituyendo el calendario con horario exclusivamente de mañana.
Después de conocida la sentencia, se aprueba el calendario de estos 2 trabajadores para el año 2010, curiosamente es el mismo calendario que ya había anulado el juez, es decir, con turnos de mañana y tarde.
Evidentemente, solo contó con los votos a favor del PSOE.
De nuevo, los trabajadores no tienen otra alternativa que acudir a los juzgados. Y de nuevo los juzgados les dan la razón
En 2 juicios por separado, 2 juzgados de lo Social distintos, dictan 2 sentencias distintas, pero con la misma conclusión, que el calendario aprobado es nulo y que tienen que volver al calendario con horario de mañana.
El calendario aprobado por el PSOE ya lleva 3 sentencias anulándolo, pero aun así presentan recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.
Como era de esperar, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra desestima los recursos del ayuntamiento, dándo de nuevo la razón a los trabajadores. Se establece un record, el calendario ya lleva 5 sentencias en contra, dictadas por otros tantos juzgados.
A pesar de todo lo expuesto hasta aquí, llega la hora de aprobar el calendario laboral para el 2011 y de nuevo, el PSOE en solitario, vuelve a aprobar el mismo calendario que ya ha sido ANULADO 5 VECES.
Evidentemente, en este caso, se puede hablar de aprobar algo por narices y porque lo digo yo (cosa muy habitual en este ayuntamiento), porque no creo que a nadie con un mínimo de decoro y de vergüenza, se le puede ocurrir aprobar algo, que te están diciendo desde los juzgados que está mal y que no puede ser así.
Pero, en este ayuntamiento, da todo igual, gracias a su mayoría absoluta hacen lo que quieren, sin importarles, la justicia, los derechos de los trabajadores, el sentido común y un mínimo de respeto hacia los demás.
Y, por supuesto, el dinero que han costado esos juicios no lo han pagado de su bolsillo, sino que lo hemos pagado entre todos con nuestros impuestos.
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